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Me han enviado este cuentecillo desde Orense, prometí que lo colgaría así que aquí está. Su autor se hace llamar Bíez y es famoso por sus videos, una vez más el talento ajeno desborda mi página, disfrutenlo:
El día parece llegar a su fin. Las últimas luces se esconden nítidamente tras un horizonte lejano, tan lejano que mis ojos apenas alcanzan a ver. Poco a poco noto desvanecerse la claridad, mis pupilas ansiosas de luz se dilatan cada vez más aunque saben que nada encontrarán, y llega la oscuridad, llega la noche, y de un todo pasamos a un nada, pero un ínfimo punto en el negro cielo anuncia la llegada de una nueva era, y tras ese punto otro y otro y otro.... y en un abrir y cerrar de ojos me veo cubierto por una manta de estrellas que me dan su calor, y por un momento me ciegan, mis ojos no quieren abrirse pero mi cuerpo quiere andar y me guío por el susurro de los grillos, un susurro lento y acompasado, un susurro armónico y espiritual, un susurro que me lleva a atravesar un bosque, un susurro que me lleva hasta la misma esquina del mundo, un susurro que se tronca mar, que se tronca ola embravecida estrellándose contra una roca impávida que la mira desafiante, como diciendo: por mucho que lo intentes no podrás conmigo, pero el mar no tiene miedo, el mar jamás se cansa y una vez, y otra vez, y así seguirá hasta que salga victorioso de esta eterna batalla.
El azul de un mar celoso se vuelve turquesa por instantes y un sentimiento de tranquilidad y respeto por todo aquello que me rodea me invade. Noto una suavidad que me recorre la espalda, se desliza por mis brazos y me coge de la mano. Huele a playa. Huele a rosas. Se que eres tu, mi alma jamás me miente y ella sabe que eres tu.
El lugar perfecto con la persona ideal en el momento exacto. A veces la vida te hace regalos que compensan sobradamente las penurias cotidianas.
El día parece llegar a su fin. Las últimas luces se esconden nítidamente tras un horizonte lejano, tan lejano que mis ojos apenas alcanzan a ver. Poco a poco noto desvanecerse la claridad, mis pupilas ansiosas de luz se dilatan cada vez más aunque saben que nada encontrarán, y llega la oscuridad, llega la noche, y de un todo pasamos a un nada, pero un ínfimo punto en el negro cielo anuncia la llegada de una nueva era, y tras ese punto otro y otro y otro.... y en un abrir y cerrar de ojos me veo cubierto por una manta de estrellas que me dan su calor, y por un momento me ciegan, mis ojos no quieren abrirse pero mi cuerpo quiere andar y me guío por el susurro de los grillos, un susurro lento y acompasado, un susurro armónico y espiritual, un susurro que me lleva a atravesar un bosque, un susurro que me lleva hasta la misma esquina del mundo, un susurro que se tronca mar, que se tronca ola embravecida estrellándose contra una roca impávida que la mira desafiante, como diciendo: por mucho que lo intentes no podrás conmigo, pero el mar no tiene miedo, el mar jamás se cansa y una vez, y otra vez, y así seguirá hasta que salga victorioso de esta eterna batalla.
El azul de un mar celoso se vuelve turquesa por instantes y un sentimiento de tranquilidad y respeto por todo aquello que me rodea me invade. Noto una suavidad que me recorre la espalda, se desliza por mis brazos y me coge de la mano. Huele a playa. Huele a rosas. Se que eres tu, mi alma jamás me miente y ella sabe que eres tu.
El lugar perfecto con la persona ideal en el momento exacto. A veces la vida te hace regalos que compensan sobradamente las penurias cotidianas.
1 comentario
olallinha -
pero es un crack
bicos a tod@ssssss